Yo la verdad es que no lo sé, ni lo quiero saber, porque son la razón de
nuestro ser.
Todo lo que hacemos con ellos es especial, nuestras riñas,
reconciliaciones, maneras de hablar…
Hacia ellos siempre habrá un respeto inigualable a ninguna otra persona,
y una sensación de agradecimiento tal que igual.
Son a quienes nos dirigimos cuando necesitamos algo, o simplemente
tenerlos al lado, porque su apoyo será eterno digan lo que digan.
Nos ata a ellos un lazo tan grande que ni la muerte lo rompe. Por mucho
que nos hagan enfadar, o que los hagamos enfadar nosotros a ellos en el fondo
siempre sabemos que tras esa riña vendrá tarde o temprano una reconciliación,
porque no podemos vivir sin ellos ni ellos sin nosotros.
Conclusión: intentad darles a vuestros padres más mejores momentos junto
a ellos, que malos. Igual le daría este consejo a los padres que leyeran esto,
aunque creo que serán pocos. “intentad ofrecerles a vuestros hijos los mejores
momentos, junto a vosotros”.
Si esto padres e hijos lo cumpliéramos, seríamos todos muy muy felices,
lo digo de verdad. Como experiencia propia ya que en mi familia hay rachas,
tanto de buena convivencia como de mala.
Intentarlo aunque sea por probar.
Marcia Fernández
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